Vuelvo a escribir sobre rutas y paseos en París. Y es que para mí, París es una de las mejores ciudades del mundo para caminar ¡Para caminar mucho!
En París puedes pasar horas y horas caminando sin dejar de sorprenderte con cada calle, cada plaza, cada nuevo edificio con el que te cruzas.
Hoy, te propongo una visita del Marais hasta el Museo del Louvre, recorriendo la Rive Droite (la orilla derecha) del Sena.
El punto de partida de nuestro recorrido será la estación de metro de la Bastilla (Líneas 1, 5 y 8).
La Bastilla
La Bastilla, un lugar que cambió la historia del planeta. Es quizás, el lugar que más confunde a los visitantes en París, su nombre llena la cabeza de ideas e imaginaciones, pero cuando llegas al lugar no hay nada. Una columna y una rotonda.
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A pesar que la Prisión de la Bastilla fue completamente destruida. En los adoquines de la plaza se puede observar el trazado de sus murallas. Además, si bajas a la estación de metro y visitas el muelle de la línea 5, podrás observar los vestigios del foso de la fortaleza.
Hotel de Sully
Tomamos la Rue Saint Antoine hasta llegar al número 62. Ahí se encuentra el Hotel de Sully.
El Hotel de Sully es un hotel particular del siglo XVII. Fue mandado a construir por Henry IV y el duque de Sully. Albergó durante un tiempo al filósofo y escritor Voltaire.
Actualmente, alberga el Centro de Monumentos Nacionales, la institución encargada de conservar, restaurar y promover el patrimonio francés. Se encargan, entre otros, de la Sainte Chapelle, el Arco del Triunfo, La Abadía del Mont Saint Michel y el Castillo de Vincennes.
Place des Vosges
Atravesando el jardín interior del Hotel de Sully, encontramos una pequeña puerta que da a la Place des Vosges.
La Place des Vosges es considerada una de las más hermosas de Europa. Su jardín a la francesa y sus 36 pavillones la hacen única en el mundo.
Un dato curioso es que la plaza lleva el nombre del primer departamento francés en pagar sus impuestos a Napoleón, los Vosgos (nordeste). En el número 6 de la plaza, se puede visitar la casa museo de Victor Hugo (entrada gratuita).
Seguimos nuestro recorrido por la Rue des Franc-Bourgeois. Es una de las calles comerciales más importantes de París, con varios almacenes de ropa y diseño.
Luego pasamos por la Rue de Rosiers, el corazón del barrio judío de París, mi principal recomendación es comer el mejor falafel de París en el As del Falafel (34 rue des Rosiers). De postre, nada mejor que un helado de Amorino (31 rue Vieille du Temple).
La Alcaldía de París
Dejando atrás el Marais, entramos en el centro histórico de París y nos encontramos la Alcaldía de París.
El Hotel de Ville alberga las instituciones de la municipalidad de París. El edifico tiene un estilo neorrenacentista. Vale mucho la pena visitar la sala de fiestas y las múltiples exposiciones gratuitas que propone durante todo el año.
Tomamos la Rue de Rivoli en dirección al Museo del Louvre. En el camino nos cruzamos con la Torre Saint-Jacques. El lugar de partida de los peregrinos parisinos del camino de Santiago.
La torre es lo único que sobrevivió de la Iglesia de Saint Jacques de la Boucherie, destruida durante el siglo XVIII. En los meses de verano, se puede visitar y disfrutar de una de las mejores vistas de París (precio de la entrada: 10 euros).
Iglesia de Saint Germain l’Auxerrois
Ubicada justo en frente a la plaza del Museo del Louvre, esta iglesia quizás sea una de las más ignoradas de París. Sin embargo, vale la pena dar la espalda un momento al Palacio del Louvre para descubrirla.
A mi me gusta llamarla, la torre con dos iglesias (aunque en realidad se trata de la alcaldía del distrito, la torre y la iglesia). Saint Germain l’Auxerrois es una de las primeras iglesias de París. Ha sido restaurada y reformada varias veces y en ella se pueden observar estilos tan diversos como el gótico, romano y barroco.
El Palacio del Louvre
El Louvre antes de ser un museo fue un palacio. El palacio de los reyes de Francia. El palacio más grande de Europa.
Entrando por el lado oriental del edificio, lo primero que nos encontramos es la Cour Carrée, edificada alrededor del Viejo Louvre medieval.
La Cour Carrée es quizás uno de los lugares más tranquilos del museo. Puedes sentarte en su fuente principal para descansar un poco antes de aventurarte en las interminables salas del Museo del Louvre.
Para planificar tu visita al Museo del Louvre, no dejes de leer nuestro artículo, los únicos 5 consejos que necesitas para visitar el Museo del Louvre.
Para terminar nuestro agitado día. Te recomiendo, visitar el Jardín de las Tullerías. Disfrutar de un hermoso atardecer entre sus fuentes y de la vista a la Plaza de la Concordia y el Arco del Triunfo.
Si todavía tienes fuerzas (yo no las tuve jejeje). Puedes continuar el paseo por los Campos Elíseos.
