Saint Emilion es mundialmente conocido por sus vinos, uno de los más apreciados del mundo. Sin embargo, su ciudadela medieval, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, bien merece una visita en un viaje a Francia.
¿Cómo llegar a Saint Emilion en tren?
La zona de viñedos de Burdeos se visita generalmente en auto. Para ello, hace falta poner el GPS y ya estás. Sin embargo, para aquellos que no tenemos permiso de conducir, el tren es la mejor opción.
Para ir de Burdeos a Saint Emilion hay que verificar los horarios de tren. En invierno, hay uno cada dos horas desde las 8h05. Para la vuelta, el último es a las 19h05. El tren toma solo 40 minutos en hacer el trayecto.
Una vez llegas a la estación de tren de Saint Emilion, hay que caminar unos 20 minutos hasta el pueblo. Sin embargo, el paseo se hace entre los castillos y viñedos que le dan fama mundial a la región, sin duda, qué mejor abrebocas para empezar nuestra visita.
El cultivo de la vid llegó a Saint Emilion con los romanos. Sin embargo, fue tan solo hasta el siglo XIX cuando el tren permitió que los vinos de la región fueran exportados. Desde ese momento, la denominación Saint Emilion se convirtió en una de las más apetecidas en el mundo.
Iglesia Monolítica de Saint Emilion
Saint Emilion está construida alrededor de la iglesia monolítica. Ésta iglesia albergó al monje Emilion, quien dio el nombre al pueblo, y que escavó un oratorio en la piedra, primera etapa del templo. Luego, con el paso de los siglos, los monjes de su congregación continuaron la construcción de la iglesia.
La iglesia monolítica de Saint Emilion es la segunda más grande del mundo y una de las mejor conservadas. Se puede visitar la cueva y las catacumbas de la iglesia gracias al tour de Saint Emilion Subterránea (no es posible hacerlo solo). Más información en la página de la oficina de turismo de Saint Emilion.
Desde la terraza de la plaza de la iglesia monolítica se pueden apreciar increíbles panorámicas de Saint Emilion, de la torre del Rey, del Claustro de los Cordeliers y de los campos de viñas de la región.
Un paseo por Saint Emilion es un continúo subir y bajar. Vale la pena internarse en las pequeñas callejuelas de la ciudadela que apenas dejan pasar la luz del sol.
Durante el medioevo, la zona alta de la ciudad estaba reservada a las clases pudientes, mientras la parte baja albergaba al pueblo llano.
La Torre del Rey de Saint Emilion
Comenzamos a subir una vez más, para llegar a la Torre del Rey, mandada a construir en 1237 por Enrique III, rey de Inglaterra y Duque de Aquitania.
Desde el mirador de la torre, se puede ver el pueblo, sus viñedos y la iglesia monolítica.
Saint Emilion es el lugar perfecto para escaparse una tarde desde Burdeos. Sin embargo, la zona ofrece mucho más y se pueden hacer paseos en bicicleta para visitar los castillos y degustar los diferentes vinos. Nosotros ya lo tenemos anotado y desde que el frío nos de tregua nos lanzaremos a la tarea.
Para más información, visita la página de la oficina de turismo de Saint Emilion.