Annecy es uno de esos sitios que ves en un artículo de revista o en un blog e inmediatamente te entran ganas de visitar. Y es que su colorido centro histórico medieval, su exquisita comida local y su majestuoso lago bien valen una visita.
¿Cómo llegar a Annecy?
Para llegar a Annecy, los aeropuertos más cercanos son Ginebra y Chambéry (40 minutos en coche), Grenoble (1 horas y 10 minutos) o Lyon (1 hora y media). Siendo Ginebra y Lyon los que más cuentan con vuelos internacionales.
Nosotros aprovechamos un viaje para hacer esquí en los Alpes para acercarnos a visitar la conocida como la Venecia de los Alpes.
¿Qué ver en Annecy en un día?
Annecy cuenta con dos atractivos principales, su hermoso centro histórico medieval peatonal y su increíble lago.
Comenzamos nuestra visita por el Palacio de l’Isle, el lugar más fotografiado de Annecy.
Fue construido en el siglo XII y durante largo tiempo fue una prisión en pleno centro de la ciudad. Hoy su arquitectura militar contrasta con los coloridos edificios que lo rodean.
Continuamos nuestro recorrido por el lado izquierdo del Thiou, el pequeño río que atraviesa Annecy y que le da ese toque Venecia que la hace tan famosa.
La época de mayor desarrollo de Annecy son los siglos XIII y XV, cuando se convierte en residencia d de los condes de Ginebra y luego de los condes de Saboya. A partir del siglo XIX, Annecy se desarrolla industrialmente gracias a la seda.
Hoy en día, Annecy es una de las ciudades con mejor calidad de vida en Francia.
Poco a poco, las calles comienzan a empinarse y nos topamos con uno de los lugares emblemáticos de Annecy. El Castillo de los Condes de Saboya.
Construido en el siglo XII y ampliado en los siglos XV y XVI, el Castillo de Annecy vigila la ciudad desde las alturas. Es uno de los mejores lugares para lograr una buena panorámica de la ciudad.
El Castillo de Annecy es actualmente un museo de arte regional y contemporáneo. Además, alberga el Observatorio de los lagos de los Alpes. La entrada cuesta 5,20 euros (para los menores de 25 años cuesta 2,60 euros).
Volvemos al centro de Annecy para pasearnos por la Calle Santa Clara (rue Sainte Claire).
Es la calle principal de Annecy y se encuentra bordeada por edificios multicolores con arcadas. Éste es el lugar perfecto para comprar un recuerdo de la ciudad.
Para comer en Annecy, nada como una tartiflette (gratinado de papas, lardon y reblochón, queso típico de Saboya), una fondue (diferentes quesos típicos de la región derretidos acompañados con pan) o pescado del lago.
Para terminar nuestra visita a Annecy, retomamos el Thiou en dirección al lago de Annecy.
Decir que el lago es el principal atractivo de la ciudad, sin embargo, en invierno con el cielo cubierto quizás no llama tanto la atención.
Tendremos que regresar en verano para sorprendernos con sus aguas límpidas y todas las actividades que tiene para ofrecer.
Caída la noche, las luces de navidad se encienden sobre Annecy, lo que le agrega un toque aún más mágico a la ciudad. Lo que nos demuestra que cualquier época es buena para visitar la Venecia de los Alpes.