Empezamos el relato de nuestro viaje a Roma con uno de los lugares quizás menos conocidos de la capital italiana. O por lo menos de los que menos tenía referencia. Nuestro apartamento y centro de operaciones de nuestra aventura romana se encontraba en este barrio, que aunque hoy colorido y alegre, no se olvida de su triste pasado.
Nuestro paseo por el Gueto de Roma comenzó desde uno de sus principales atractivos. La fuente de las tortugas, una pequeña fuente (comparada con Trevi o la de los Cuatro Ríos) que es considerada como una de las más hermosas de la ciudad.
La fuente es obra de Giacomo della Porta, sin embargo, debe su nombre a las tortugas agregadas posteriormente por Bernini.
El Gueto de Roma fue instituido en el año de 1555 por el Papa Pablo IV.
Los guetos fueron el resultado de las políticas papales ante la llegada de judíos expulsados del Reino de España y el sur de Italia (por ese entonces parte de España) en el siglo XVI. Según razones oficiales los guetos tenían dos funciones principales, poder controlar más facilmente a la comunidad judía y al mismo tiempo poder “protegerlos” de agresiones enemigas.
Una de las que cosas que más llaman la atención cuando se camina por el gueto es la altura de las construcciones, las casas parecen encontrarse unas encima de otras. Esta era una de las consecuencias mismas del concepto del gueto.
Los judíos no tenían el derecho a comprar propiedades en otros lugares de Roma (incluso durante un tiempo ni siquiera eran propietarios de sus casas dentro del gueto). Por esta razón la creciente población debía arreglárselas para habitar en un espacio tan pequeño, situación solo posible construyendo edificios altos.
A pesar de los obstáculos que significaba vivir en el Gueto, el barrio también se convirtió en un fortín de las tradiciones de la comunidad judía. Tradiciones que perduran hasta ahora. En el Gueto es posible encontrar distintos restaurantes con especialidades kosher, así como tiendas de antigüedades hebreas.
El Gueto de Roma fue abolido en 1870, luego de la victoria de los republicanos italianos sobre los estados pontificios. Las murallas fueron derribadas y los judíos recobraron la libertad de moverse por la ciudad. Desde ese momento la comunidad comenzó a liderar la construcción de la Gran Sinagoga de Roma, otro de los atractivos del barrio.
La Sinagoga fue construida entre 1901 y 1904 por Vincenzo Costa y Osvaldo Armanni. Una de las particularidades de la Sinagoga es que cuenta con una cúpula cuadrada, un detalle para diferenciarla de las cúpulas redondas de las iglesias católicas que abundan en Roma.
El Gueto de Roma se encuentra comunicado con la Isla Tiberina y el Trastevere, uno de los barrios más encantadores de Roma. Sin lugar a dudas el complemento perfecto a la visita.