La Sainte-Chapelle es una de esas perlas con las que te cruzas en París, uno de esos encantos poco publicitados que cuando los descubres te quedas impresionado y sientes que te enamoras un poco más de esta ciudad.
Caminábamos por la Isla de la Cité buscando el Square du Vert-Galant, lugar de partida del Paseo por el Sena de las Vedettes du Pont Neuf, y vimos la fila de entrada (extrañamente) no tan larga, así que nos decidimos a entrar.
Info para visitar la Sainte-Chapelle
8,5 euros, entrada completa. 5,50 euros, reducida. Gratis: menores de 18 años, menores de 25 años nacionales de la unión europea o residentes en Francia, portadores de la tarjeta Paris Museum Pass y Paris Pass.
Metro: Cité (línea 4).
A la entrada se debe pasar un control de seguridad (bastante parecido al de un aeropuerto), la Sainte-Chapelle se encuentra en el Palacio de Justicia.
La Sainte Chapelle fue construida para albergar las reliquias de la pasión de Cristo que habían sido compradas por San Luis a los venecianos (la corona de espinas) y a Balduino II (trozos de la Santa Cruz).
Para uno de sus tesoros más preciosos, San Luis hizo construir un lugar de igual importancia en el Palacio de la Cité (Hoy, Palacio de Justicia francés). La Sainte Chapelle ha sido destruida y reconstruida muchas veces ya que fue victima de la Revolución y de numerosos incendios y tormentas (la última en el 1999).
El recorrido por la Saint-Chapelle se inicia en el primer piso de la misma, donde se encuentra una capilla menos ornamentada, este era el lugar de oración de los sirvientes del rey.
La parte superior, a la que se accede por unas escaleras, estaba reservada al rey y era donde se encontraban las reliquias, es la parte más impresionante de la construcción, con vitrales que se extiendes desde el suelo hasta la parte superior de la capilla y que inundan de luces de mil colores el lugar.