Toniná cuenta con una de las pirámides mayas más impresionantes que visité en mi viaje por el sur de México. Su estructura de más de 70 metros de alto la convierte en una de las más grandes del mundo Maya y se dice que el asentamiento fue tan importante como la cercana Palenque o Tikal o Copán.
A pesar de todas estas credenciales es poca la información que hay sobré cómo llegar a Toniná y si vale la pena hacerlo. Esta situación hizo que en mi primer viaje a Chiapas prescindiera de la visita. Sin embargo, después cuando me mudé a San Cristóbal de las Casas sabía que era uno de los primeros lugares que querría conocer y vaya que me gustó, fueron tres las veces que decidí explorarla, cada una con excelentes sorpresas.
¿Cómo llegar a Toniná?
Toniná se encuentra a mitad de camino entre San Cristóbal de las Casas y Palenque, cerca al pueblo de Ocosingo. Desde cualquiera de las dos ciudades es muy sencillo encontrar transporte hasta este último pueblo (el costo es de 40 pesos). Ocosingo en sí es un pueblo sin un mayor atractivo y a primera vista puede parecer un poco peligroso, sin embargo una vez ves su plaza y calles podríamos decir que cuenta con un poco de encanto.
Una vez en Ocosingo se debe caminar desde la estación de buses hasta el mercado del pueblo, desde donde salen pequeñas combis a Toniná, el costo del pasaje es de 10 pesos, el trayecto tarda unos 20 minutos en medio de esta zona de transición entre los bosques serranos de Chiapas y la Selva Lacandona, es muy recomendable no olvidar una copia del pasaporte porque hay retenes de la migración mexicana.
Toniná, el templo del Tiempo
El asentamiento maya de Toniná tuvo su época de máximo esplendor en el clásico tardío (600 al 900 d.C) cuando su capacidad guerrera le hacían dominar la región del Usumacinta. La construcción de la ciudad se realizó sobre la Gran Pirámide de casi 70 metros de altura y que llegó a albergar a casi un centenar de edificios, entre ellos 4 grandes templos, palacios, juegos de pelota, laberintos y murales.
Cuando te encuentras frente a la Gran Pirámide de Toniná, sin duda te sientes pequeño, ninguna otra pirámide provocó esa sensación en mí. Quizás, una explicación sencilla sea que el emplazamiento de la construcción en un terreno llano, sin mayor vegetación provoca este efecto. La pirámide cuenta con 7 niveles, en el tercero se encuentra el llamado Palacio del Inframundo, donde viví una de las experiencias de viaje más impresionantes de mi vida.
Ver tu sangre correr en el Inframundo Maya
Una amiga fue la primera que me comentó de que en Toniná, más específicamente en el Palacio del Inframundo podrías llegar a ver la sangre correr por tu cuerpo, que la sabiduría maya había creado un templo donde durante cada equinoccio las luces hacían las veces de unos rayos X naturales. Sin embargo, la verdad no creí mucho la situación. Sin embargo, esto aumentó mi curiosidad sobre el lugar y cuando lo visité quise saber que tan cierto era.
El Palacio del Inframundo es realmente pequeño, quizás no tardes más de 10 minutos recorriendo sus pasadizos oscuros. Tuve la suerte de encontrar a un guía del lugar, un auténtico Indiana Jones que se tomó el tiempo de hacernos ver aquello que no estaba disponible a un simple mirar. Empezó explicando las condiciones en las que se construyó la edificación y cómo las entradas de luz se había ubicado estratégicamente para realizar el efecto de rayos X.
Nos explicó que la clave para lograr apreciarlo era entrar al palacio y no volver a mirar hacia atrás, seguir caminando y colocar nuestras manos cerca a los muros, después de un tiempo comenzábamos a ver nuestras manos tornarse un poco rojas y tras otros momentos cómo la sangre corría por ellas y hasta se alcanzaban a ver nuestros huesos. El guía nos dijo que en el caso de un mujer embarazada se podía llegar a ver hasta el feto. Luego nos indicó que tocáramos la pared con nuestras manos y así podríamos ver cómo un rayo recorrería el lugar. Sin dudas ¡alucinante!
Después de salir del Palacio del Inframundo decidimos seguir subiendo a la pirámide. Debido al ángulo de inclinación muchas personas desisten de llegar hasta la cima. Sin embargo, la mejor recomendación que les hago es subir por el lado derecho de la pirámide, donde es un poco menos inclinado.
En los siguientes niveles de la Gran Pirámide de Toniná se pueden observar los distintos tipos de arquitectura Maya, aún se conservan muchas edificaciones en las cuales las habitaciones se encuentran intactas y nos dejan imaginar como se desenvolvía la vida de las más altas castas de la cultura Maya. Quizás lo más interesante es el Mural de la Muerte, un gran códice en el que se reproduce la cosmogonía maya y donde además se pueden observar rituales de sacrificios humanos. Algo interesante sobre Toniná es que es considerada la última ciudad del antiguo Imperio Maya y precursora del Imperio de los Itzáes que se asentaría finalmente en Yucatán.
Finalmente si logras vencer el vértigo. Desde la cima de la pirámide se puede conseguir una hermosa vista de la llanura que rodea la construcción, de las montañas de la Sierra Chiapaneca en el horizonte y la entrada a la selva Lacandona. Es un excelente lugar para descansar y prepararse para el regreso. Sin lugar a dudas vale mucho la pena visitar Toniná.